Te pinté,
incrustándote en el lienzo
con óleo, con matices análogos y armónicos
delineando el contorno lento
sutilles roces, burdos, infantiles.
Y tú, tan quieto, tan maleable
te desvanceciste
sin entender lo que hacía para ti.
Lo sublime se internó en los poros
destruyendo el tiempo
en cada línea,
y mientras reía, me encendía de colores
y brincaba y extendía el gosor...
...mientras bailaba la obra fue que te perdí
no me di cuenta que al pintarte te convertiría en arte.
Y sin pensar te solté, cuando la extensión peluda de
mi pincel te arrastró a la manta y te absorbió,
dejándome sola, moribunda
porque hoy sólo puedo tocarte en los planos secos,
en las sombras, los detalles, los trazos.
Qué más puedo esperar.
Si de hombre, te convertirte en arte.
Si de hombre eres pintura
si de hombre te convestiste en tiempo.
Qué más da...
Qué más da...
si al mirarte sabré que trasciendes en el tiempo....
Chin, que te traes?
ResponderEliminarA cocinar sis, asi se olvidan las penas, ya vez, hasta optimista ando y no es gerundio.
Claro, ansiosa por cocinar yee yee!
ResponderEliminartss yo la puse en mi blog hace como 10 dias que me dio un ataquillo de nostalgia!!... buenisima!!
ResponderEliminarAummm de hecho la tomé de tu blog ja!
ResponderEliminarPlagiooooooo blogiano! jajaja