Ya tengo mi boleto.
Me voy a Acapulco en unas semanas.
Seis días.
No es el gran lugar pero sale del contexto diario.
Se casa mi primo hermano, creció conmigo y apenas pude reconocerle la madurez de la voz,
qué extraño, que bello, que tiempo.... sí, qué tiempo.
Estoy feliz, rompo rutinas asincrónicas, hace falta.
Me espera una ciudad desconocida, aún sin hotel, un viajecito express de dos días
al D.F.,el tianguis, el zócalo, la casa azul, el alambre, los taquitos, los libros, sopes, metro, una hermosa boda...
Aún no tengo boleto de regreso, eso es lo único que me preocupa.
Pero aún así, estoy feliz.
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