No entiendo cómo puedes mantener una conversación con ese tipo -me dijo-, definitivamente estás haciéndote ruca. ¡Caray!
Por un momento pensé en azotar la taza de café, producto del ataque de risa interno, y por otro el cu-cu de la somnolencia cerebral que tenía sólo me obligó a decir: ¿hay que ser diversos no? mientras analizaba qué pedo conmigo.
Sí es cierto, estoy cambiando de generación y me esoy arraigando a lo viejito, las rolitas ochenteras, el swing de las manos de los bailes noventeros, (por cierto una actitud que no me puedo quitar), el interés por los libros, las salidas culturosas dijera un amigo. Pertenezco a la famosa generación Y, la que crece rodeada de medios digitales, mejor conocida como la "Net-Gens", arraigada al enchufe tecnológico mundial, que crece con internet, que googlea, se entiende con las redes sociales y convive diario con un estado mental real-virtual. A la generación de los dirigidos por la velocidad y la inmediatez de los cambios sociales, culturales y claro, los digitales.
Realmente creo que una generación marca pautas sociales y que con el tiempo se arraigan más a la identidad (en mi caso). Ayer me di cuenta, sentada en la mesita del antro y viendo a los chicos bailar. Literalmente chicos. Atrévetetete salte del closet, levantate quitaté... bla bla.., pero observando observando identifiqué varias cosas:
El cachondeo
El toque de nalga
El contínuo levantamiento de manos
El repegón del reggaetón
El nuevo sentido de una pareja, hablando de forma global y universal
y entonces entendí que una parte de mí ha envejecido, o ¿será que soy tradicionalista? y recordé que en ese lugar había sido mi primer party inter-prepas cuando todavía se llamaba Baby Rock, ¡zaz! cómo pasan los años, y aún me sigue gustando que todo vaya a su paso, lento, lento y aún siento pena y aún no puedo compartir un agasajo público y me sigue gustando timbiriche, josé josé, el rock and roll, Depeche.
Todo sucede en un tiempo determinado y luego se transforma, así como yo vi a mis padres, abuelos, supongo que ahora así me ven, el chiste es modificar comportamientos, y por lo regular, hay una resistencia pero quizá es parte de pertenecer a un contexto, lo cual te dará un valor histórico como ser humano.
Sí, estoy ruca pero me gusta serlo.
Queda con usted, la famosa rolita, definitivamente hay que ser diversos. Bienvenida a la generación del milenio, a la cual, indudablemente pertenecen mis hijos.
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