by Louie Navarro (sino muero :P) 
Vallecitos. Unos kilómetros hacia adentro, por la carretera al Hongo, cerca de Mexicali, Baja California. Dicen que al "diablito" se le iluminan los ojos, que el Sol en el solsticio de invierno pasa a través de una rendija e ilumina el recinto y la luz llega directo a los ojos.
El sabio indígena ofreció una ceremonia, la danza del Sol, azteca. Fumamos la pipa, el renacimiento de raíces culturales y del alma. ¿Creen que es el diablito? preguntó, ¡No! respondimos. Claro está, es más que eso, un mensaje, un código, escritura milenaria, pintura rupestre, qué significados tendría entonces. Nadie sabe.
Para mí fue una transportación hacia el interior de mi cultura, un acercamiento a mi pueblo, memorias, risas, queso y vino; momentos de charla y amistad
(in)nolvidables.
Aunque perdimos la transmisión del carro en Tecate, el regreso en "la burra" después de casi 10 años de no pedir la "parada" fue parte de la aventura.
Todo valió la pena. Aunque el día estuvo nublado y nunca salió el Sol...
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