Oh Tlamatini, cuántas palabras quedaron al aire, cuántas preguntas y cuánta sabiduría se encerraban en los salones de clase al pronunciar la palabra educar. Baja California no pierde a un maestro, pierde a un hombre; amante del conocimiento, hijo de tierras sureñas donde la tierra y la libertad son el resultado de la revolución. [Guerrerense de nacimiento, Tijuanense de corazón]
1941, cómo saber lo que en más de 50 años de servir a la sociedad generaría. Abel Navarro Pérez; revolucionario de ideas y transformador de mentes, cómo extrañaremos los sabios consejos, las lecturas interminables, datos, aprendizaje, el baile de moonwalking y los buenos ratos en y fuera de clase.
Cuánta fue la dedicación de un ser humano que siempre partía puntual, que amaba con coraje la enseñanza.
Ningún estudio de Doctorado, Maestrías, Especialización o la formación técnica y práctica en danza folklórica o en artes marciales o ningún estudio de educación escolarizada o espiritual y ambiental podrá sustituir lo que de su boca cantaba.
Adiós a un amigo, a un maestro, a un mexicano que arraigado a su cultura nos enseñó cuán sutil es la vida y cuánto hay que saber de ella. Transforma… Cumple tus sueños, repetiste hasta el cansancio en aquella última graduación en la cual salieron algunas lágrimas.
No hay palabras de adiós que consuelen, sólo la responsabilidad de seguir el ejemplo de la tradición, de la educación para la transformación.
[Se puede hacer revolución desde las ideas, dejando las armas, esas que matan, y hieren, las armas que debemos utilizar son las armas de la sabiduría y del conocimiento, que serán las únicas para combatir al hambre, a la ignorancia y la pobreza.] Descansa en Paz, querido amigo.
Tlamatini (Sabio en Lengua Náhuatl)
TEXTO ESCRITO CON EL APOYO DE MI AMIGO JOSÉ CARLOS CANO ZÁRATE...tks too much.
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